Poema "Oda a la cigarra"
¡Cuán feliz eres, cigarra,
¡Cuán feliz eres, cigarra,
cuando en la cima de los árboles,
ahíta después de beber una gota de rocío, te
duermes como una reina!
Cuanto te rodea es tuyo,
Y cuanto ves en la llanura
Y cuanto produce el bosque. Eres
Amada de los campesinos,
Pues no causas perjuicios en sus campos;
Los mortales te honran,
Saludando en ti a la amable mensajera del verano.
Las Musas te aman, y también
El propio Apolo, que te dio una voz armoniosa.
La vejez no puede alcanzarte, hábil hija de la tierra, tú
Que sólo amas el canto,
Ú que no conoces el sufrimiento,
Tú que no tienes ni sangre ni carne y que casi te
Parces a los dioses.
Fábula "La cigarra y la hormiga"
El sol del verano ardía sobre el campo. La cigarra cantaba a
toda voz en las largas horas de la siesta, tranquilamente sentada en una rama.
Comía cuando se le antojaba y no tenía preocupaciones.
Entretanto, allá abajo, las hormigas trabajaban llevando la
carga de alimentos al hormiguero.
Terminó el verano, quedaron desnudos los árboles y el viento
comenzó a soplar con fuerza. La cigarra sintió frío y hambre. No tenía para
comer y se helaba. Entonces fue a pedir auxilio a sus vecinas, las hormigas.
Llamó a la puerta del abrigado hormiguero y una hormiga acudió. La cigarra le
pidió comida.
-¿Por qué no guardaste en el verano cuando abundaba? ¿ Qué
hiciste?_ le preguntó la hormiga.
-Cantaba_ respondió la cigarra.
-¿Mientas yo trabajaba? ¡Pues ahora baila!_ dijo la hormiga
dándoles con la puerta en las narices.
Debemos ser prevenidos y pensar en el futuro, para no vernos
luego en dificultades.
Celia
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