Hoy voy a
publicar la última entrada del trimestre en este blog, la verdad es que he
disfrutado mucho investigando sobre la vida de autores que han escrito obras maravillosos y para finalizar aquí os dejo la
obra de Petrarca.
Cuando me paro a contemplar los años
que han esparcido huyendo mis pensamientos.
Y apagado el fuego donde helando me ardí,
y acabado el descanso de mis afanas,
rota la fe de los amorosos engaños,
y en dos partes todo mi bien dividido,
una en el cielo y otra en la tierra,
y perdido el provecho de mis daños,
en mi vuelo, y me encuentro tan desnudo
que siento envidia por cualquier extrema suerte:
tan dolor y miedo de mí tengo.
¡Oh mi Estrella, Oh Fortuna, Oh Hado, Oh Muerte,
Oh para mí siempre dulce y día cruel,
como me habéis puesto en tan bajo estado!
que han esparcido huyendo mis pensamientos.
Y apagado el fuego donde helando me ardí,
y acabado el descanso de mis afanas,
rota la fe de los amorosos engaños,
y en dos partes todo mi bien dividido,
una en el cielo y otra en la tierra,
y perdido el provecho de mis daños,
en mi vuelo, y me encuentro tan desnudo
que siento envidia por cualquier extrema suerte:
tan dolor y miedo de mí tengo.
¡Oh mi Estrella, Oh Fortuna, Oh Hado, Oh Muerte,
Oh para mí siempre dulce y día cruel,
como me habéis puesto en tan bajo estado!
En este texto podemos apreciar numerosos
recursos literarios:
“Cuando me paro a contemplar los años” se ve
claramente el carácter introspectivo,
“y apagado el fuego donde helándome ardí” podemos apreciar una paradoja y contraposición, “rota la fe
de los amorosos engaños” es una metáfora,
“tan desnudo que siento envidia por cualquier extrema suerte” hipérbole y metáfora, “Oh mi estrella,
oh Fortuna, oh Hado, oh Muerte, oh para mí siempre dulce día y cruel, como me
habéis puesto en tan bajo estado” aparece exclamaciones y apóstrofo (en este párrafo todos están personificados).