Celia

Emma Sierra

domingo, 26 de febrero de 2017

Emily Dickinson


Esta semana hemos trabajado en clase los poemas de Emily Dickinson que fue una poetisa estadounidense cuya obra, por su especial sensibilidad, misterio y profundidad, ha sido celebrada como una de las más grandes de habla inglesa de todos los tiempos.
Después de su muerte, sus versos se revelaron como uno de los logros poéticos más notables de la América del siglo XIX
Su escritura puede ser descrita como producto de la soledad, del retiro de cualquier tipo de vida social, incluida la relativa a la publicación de sus poemas. Algunos de sus poemas reflejan la decepción que sufrió por un amor, y el amor que le tiene a Dios.
Sus primeros poemas fueron convencionales, según el estilo corriente de la poesía en esos momentos, pero ya a comienzos de 1860 escribió versos más experimentales, sobre todo en lo que respecta al lenguaje y a los elementos prosódicos. Su escritura se volvió melódica y a la vez precisa, despojada de palabras superfluas y exploradora de nuevos ritmos, unas veces lentos y otras veloces, según el momento y la intención. En su poesía abunda la extrañeza y la oscuridad como cualidades esenciales, y la sutilidad dialéctica entre las imágenes, las sensaciones y los conceptos. Tenía la capacidad de crear un lenguaje metafísico y a la vez emotivo. Además, su obra es copiosa y desigual.
No fue hasta a partir de 1920 que Dickinson alcanzó su posición merecedora en la historia de la literatura norteamericana.

Algunos de sus poemas son: “A salvo en sus cámaras de alabastro”, “A una casa de rosa”, “Él era débil y yo fuerte”.

Como podemos observar en los poemas que hemos leído en clase, el tema es esencial, la vida y la bondad como objetivo de la vida.
En uno de sus poemas quiere reflejar que si actúas de forma correcta tu vida habrá merecido la pena ya que has ayudado a los demás de algún modo. Por ejemplo en el poema dice “si puedo evitar que un corazón se rompa, no habré vivido en vano”. Para hacer referencia a esa ayuda emplea el recurso literario denominado anáfora.

Haciendo referencia a este tema os dejo una de sus frases: “Todo mi patrimonio son mis amigos”. Como podemos comprobar por sus escritos y frases, no era una persona que le diera importancia a lo material ya que lo único que le importaba era la gente que le rodeaba y el bien de todos ellos.

En otro de sus poemas quiere hacer protagonistas a la belleza y la verdad ya que repite dichos términos en numerosas ocasiones del fragmento.
Este poema refleja que la belleza máxima es la de nuestro interior, además de nuestra verdad, que es lo más importante que tenemos, ya que cuando desaparezcamos será de lo único que se acordarán las personas.

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