Fue un pintor, grabador y poeta británico, una
de las figuras más singulares y dotadas del arte y la literatura inglesa. Fue
para algunos un místico iluminado, un religioso atrapado en su propio mundo, y
para otros un pobre loco que sobrevivía gracias a los pocos amigos que creían
en su arte y le compraban algunos grabados. La posteridad, lo ha considerado
como un visionario.
Durante la primera época de su vida se
dedicó a la poesía y a las artes plásticas. Por otra parte, experimentó además
la influencia del gótico, y copió los monumentos sepulcrales de la abadía de
Westminster y de otros templos antiguos. La segunda etapa de su vida se dedicó
a la maduración de su arte poético y pictórico. En su última reveló en poesía
una extravagancia creciente.
Gran parte
de su pintura estuvo dedicada a temas religiosos y su primera obra impresa fue,
Esbozos poéticos (1873). Sus poemas más populares fueron los que se
incluían en Canción de inocencia.